El electrocardiograma es la prueba más básica y debe formar parte de toda evaluación cardiológica.
Mediante unos adhesivos colocados en el tórax y las extremidades (electrodos) se recoge la actividad eléctrica del corazón durante un período de tiempo (usualmente 10 segundos). Es una prueba indolora y sin ningún riesgo para el paciente. En ocasiones hay que rasurar ciertas zonas del tórax.
Es una prueba fundamental para descartar patología cardiaca, para la valoración de la repercusión de una enfermedad sobre el corazón y para el diagnóstico de las arritmias cardiacas.
En nuestra clínica, podemos realizarle un electrocardiograma para hacer una valoración y estudio de su estado, descartando posibles cardiopatias.